Entre el 9 y
13 de Octubre se llevó a cabo este evento, que reunió a exponentes de todo el
mundo en torno a estos pequeños huesos de la cabeza de los peces
Trabajos de
diversos ámbitos de la ciencia, como arqueología, ecología, pesquerías y química,
dan cuenta del variado uso de los otolitos, pequeños huesos que se ubican en la
cavidad ótica de los peces. Dentro de sus múltiples aplicaciones, el Laboratorio
de Ictiología e Interacciones Biofísicas (LABITI) aplica varias metodologías relacionadas
a los otolitos, utilizando larvas y juveniles de peces como modelo de estudio.
En la última reunión
de especialistas en el área, dos estudiantes del Magíster en Oceanografía de la
UV-PUCV, y el director del Laboratorio expusieron en este encuentro
internacional.
Érika Lopez-Soto
presentó su trabajo de postgrado titulado “Fjord linkage to early growth and
survival of Patagonian sprat, Sprattus fuegensis, along southwest
Patagonia in austral spring 2019”, que muestra una desviación de la
hipótesis de crecimiento-sobrevivencia, al detectar que las larvas de sardina
fueguina con mayor crecimiento presentaban menor supervivencia en los canales
australes, mientras que ocurría lo opuesto en aguas de la plataforma
continental.
José Ágreda-Arango
presentó resultados preliminares de su trabajo de postgrado titulado “Age
and growth of newly settled Tripterygiid with bipartite life cycle in Chile”.
En este trabajo, José identificó variaciones estacionales en la duración pelágica
larval del trombollito de tres aletas Helcogrammoides chilensis, pero no
en el crecimiento post-asentamiento.
Finalmente, el
Dr. Mauricio F. Landaeta expuso el trabajo “Fast shape changes prior to
settlement for a temperate cryptobenthic fish: an approach using geometric
morphometrics and otoliths” basado en resultados de la tesis de Biología Marina
de Frances Páez-Collao. En este estudio se estimó la velocidad de cambio morfológico
durante el proceso de asentamiento del trombollito de tres aletas, determinando
que inmediatamente después del cambio de hábitat del individuo, es decir,
cuando deja de ser una larva pelágica y pasa a ser un juvenil bentónico, los
individuos dejan de cambiar de forma y comienzan a pigmentar su cuerpo.
Este último trabajo ha sido aceptado recientemente en
la revista científica Hydrobiologia, y se puede acceder al resumen en el siguiente
link: https://link.springer.com/article/10.1007/s10750-023-05341-0